Tras el paso de los huracanes Helene y Milton, las comunidades se enfrentaron a enormes retos al iniciar el largo camino de recuperación. Cuando ocurren desastres, uno de los primeros grupos en entrar en acción son los voluntarios y las organizaciones de voluntariado. Estas organizaciones se unen para apoyar a las comunidades desde los esfuerzos de respuesta a corto plazo hasta la recuperación a largo plazo.
La colaboración con estas organizaciones es clave para comprender las necesidades de los sobrevivientes, evitar la duplicación de esfuerzos y maximizar el impacto de nuestros esfuerzos combinados. Los funcionarios de FEMA de Enlace con Agencias Voluntarias (VAL, por sus siglas en inglés) son las personas que hacen posible estas conexiones.
Cuando los vientos del huracán disminuyeron, los VAL fueron de los primeros en responder en las áreas afectadas, movilizando rápidamente los recursos y facilitando las conexiones entre los sobrevivientes y las organizaciones de ayuda.
La misión de los VAL de FEMA es establecer, fomentar y mantener alianzas entre colaboradores gubernamentales, voluntarios, religiosos y comunitarios ayudando a las comunidades a conectarse con los recursos que necesitan. A través de estas relaciones, los VAL apoyan la prestación de servicios inclusivos y equitativos y fortalecen las capacidades de las comunidades para hacer frente a las necesidades causadas por los desastres que no han sido satisfechas.
"La relación entre los funcionarios de enlace con agencias voluntarias y las organizaciones no gubernamentales, como los grupos comunitarios y con base de fe, demuestra el poder de las colaboraciones", afirmó el supervisor del grupo VAL, Chris Baker, movilizado en Carolina del Norte. "Nuestra colaboración da como resultado una respuesta más eficaz, en la que los VAL facilitan la comunicación y la coordinación logística para ayudar a las organizaciones no gubernamentales a prestar ayuda directa, servicios de apoyo y participación comunitaria. Estas alianzas nos ayudan a abordar una gama más amplia de necesidades, desde la respuesta inmediata hasta los esfuerzos de recuperación y reconstrucción a largo plazo".

La organización Team Rubicon ha desempeñado una función vital en los esfuerzos de recuperación. Desde Asheville (Carolina del Norte) hasta Port Charlotte (Florida), más de 300 voluntarios de Team Rubicon prestan servicio en decenas de comunidades devastadas por los históricos huracanes de este año.
"Las colaboraciones y las relaciones son cruciales para responder eficazmente a los desastres", afirmó el vicepresidente de operaciones, Jeff Byard. "Team Rubicon se enorgullece en colaborar con FEMA, el equipo de Enlace con Agencias Voluntarias y de estar incluido en el Centro Nacional de Coordinación de Respuesta. Este acuerdo continuo con FEMA permite a Team Rubicon ayudar a más sobrevivientes".

Durante un incidente, el Centro Nacional de Coordinación de Respuesta, un centro que reúne múltiples agencias situado en las oficinas centrales de FEMA, opera las 24 horas del día, los 7 días de la semana, para vigilar los incidentes en curso o en desarrollo, coordinar la preparación de los equipos y recursos de respuesta a emergencias a nivel nacional, iniciar asignaciones de misiones o acuerdos reembolsables para activar otros departamentos y agencias federales, y activar y movilizar equipos especializados a nivel nacional.
Uno de los principios básicos de la red VAL es que "las personas son lo primero". Esta filosofía garantiza que se dé prioridad a las necesidades de las personas y familias afectadas por el huracán Helene. Durante todo el año, los VAL trabajan incansablemente para poner en contacto a las comunidades con servicios no gubernamentales que atienden necesidades inmediatas y a largo plazo, desde proporcionar alimentos y refugio hasta ayudar en la atención emocional y espiritual.
"Como VAL que trabaja sobre el terreno, la sinergia entre nuestros equipos y los esfuerzos humanitarios dirigidos por organizaciones no gubernamentales nos permite unificar recursos, compartir información crítica y racionalizar los esfuerzos para garantizar que nadie se quede sin ayuda", dijo Jonathan Gelletta, jefe de zona 4 de VAL en Carolina del Norte.
Cuando el huracán Milton arrasó Florida, la organización Mennonite Disaster Service reubicó a los voluntarios, trasladó los equipos y se preparó para responder tan pronto fuese seguro.
La Mennonite Disaster Service se dio cuenta enseguida de que habría una enorme necesidad de sustituir puentes privados en el oeste de Carolina del Norte, donde muchas familias necesitan puentes para cruzar pequeños arroyos entre la carretera estatal y sus casas. Se asociaron con Lutheran Disaster Response y Lutheran Carolinas para financiar y construir los puentes necesarios. Se calcula que hay más de 5,000 de estos puentes privados que necesitan ser sustituidos a causa de Helene. Más información sobre este diseño de puente resistente en la página web de Bridging Together.

"Cuando pienso en combinar competencia con compasión, pienso en colaboraciones: colaboraciones con FEMA, con nuestra coalición nacional de Organizaciones Voluntarias Activas en Desastres (VOAD, por sus siglas en inglés) y, quizás lo más importante, a nivel de base con las VOAD estatales y los comités de recuperación a largo plazo", dijo el director ejecutivo de Mennonite Disaster Service, Kevin King. "En este desastre, nadie puede hacerlo solo. Sólo se logrará mediante alianzas".
Tzu Chi USA ha participado activamente en las labores de ayuda en Carolina del Norte y Florida. Su apoyo ha tenido un impacto significativo, distribuyendo aproximadamente $2 millones en tarjetas de ayuda en efectivo y 1,500 mantas a más de 2,000 familias a medida que se acerca la temporada de clima frío.
"Desde que llegamos al oeste de Carolina del Norte hace tres semanas, hemos estado muy agradecidos por la avalancha de apoyo a nuestra misión", dijo el director de operaciones de Footprint Project, Will Heegaard. "Gracias a nuestros increíbles donantes, colaboradores y voluntarios, hemos recaudado más de $200,000 y hemos destinado $1.3 millones en equipos de respuesta sostenible hacia las comunidades afectadas por la tormenta”.
La respuesta al huracán Helene ha sido polifacética y ha abordado diversas necesidades, como alimentos, refugio, atención médica y apoyo emocional. A continuación, algunos de los aspectos más destacados de la respuesta de nuestros colaboradores:
- Alimentos, agua y refugio: la Cruz Roja Americana, en colaboración con agencias locales, proporcionó más de 757,000 comidas y meriendas, además de explorar opciones innovadoras de alojamiento para los residentes desplazados mediante pequeñas casas y refugios provisionales. Otras organizaciones, como la Zakat Foundation of America y la Islamic Medical Association of North America, contribuyeron a la distribución de 300 kits de invierno en Asheville, Carolina del Norte. Los kits contenían mantas, gorros, guantes, calcetines, calentadores de manos y calentadores de pies.


- Servicios médicos y de salud: Project Hope ha estado a la vanguardia de la asistencia de salud, ofreciendo suministros de higiene y atención médica, incluido el apoyo a la salud mental. Diaper Bank of North Carolina distribuyó productos esenciales para bebés y suministros para la incontinencia de adultos, demostrando que la atención integral va más allá de las necesidades físicas inmediatas. Samaritan's Purse también presta apoyo al sistema de salud de Carolina del Norte en los condados Watauga y Avery. Otras organizaciones, como Hope Animal-Assisted Crisis Response, han estado prestando apoyo en los Centros de Recuperación por Desastre de FEMA con sus equipos caninos de apoyo emocional y sus entrenadores.
- Transporte y logística: los retos logísticos de la respuesta por desastre son inmensos. Empresas como Good360 y American Logistics Aid Network han intervenido, prestando servicios vitales de transporte y almacenamiento. El transporte eficaz de los suministros garantiza que la ayuda llegue sin demora a quienes más la necesitan.
- Medidas de seguridad y protección: Tras la tormenta severa, la seguridad ha sido una preocupación primordial. Organizaciones como Samaritan's Purse y Send Relief han estado trabajando activamente en las comunidades, realizando labores de remoción de lodo, recogido de escombros y proporcionando medidas de seguridad adicionales para proteger a los residentes de daños mayores. La presencia de más de 500 voluntarios cada día y los más de 600 casos completados ejemplifican el compromiso de las agencias de voluntarios para restablecer la seguridad en las comunidades afectadas. Más de 13,000 voluntarios de la Unidad de Ayuda en Desastres de Samaritan's Purse han prestado servicio a más de 700 familias necesitadas removiendo lodo de casas inundadas, recogiendo escombros, retirando árboles caídos y cubriendo con lona los techos dañados. Otras organizaciones como Send Relief han realizado más de 3,594 trabajos relacionados con el huracán Helene y 1,064 trabajos relacionados con el huracán Milton.

- Comunicación y alcance comunitario: mantenerse conectado e informado es crucial en la recuperación tras un desastre. Organizaciones como la Information Technology Disaster Resource Center (ITDRC, por sus siglas en inglés) han desempeñado una función importante a la hora de facilitar la comunicación, tramitando más de 294 solicitudes de apoyo a misiones en 35 condados de los estados afectados. Han garantizado que los sobrevivientes puedan acceder fácilmente a recursos e información sobre las labores de recuperación en curso. Además, organizaciones locales como United Way of Tennessee han trabajado incansablemente para poner en contacto a voluntarios y recursos con las zonas más necesitadas, especialmente en regiones que no habían sido declaradas zonas de desastre mayor por el gobierno federal. Este enfoque ayuda a garantizar que ninguna comunidad se quede atrás.
Cada organización aporta capacidades y recursos únicos que, unidos, forman un sistema integral de apoyo a los sobrevivientes de los huracanes Helene y Milton.
Mientras reflexionamos sobre el increíble trabajo que se está realizando, está claro que el camino hacia la recuperación no puede hacerse a solas. En FEMA, adoptamos un enfoque de toda la comunidad y nos sentimos honrados de trabajar con nuestros colaboradores. Juntos, podemos superar estos obstáculos y avanzar hacia la recuperación. A medida que las comunidades se reconstruyen, los cimientos establecidos por estas colaboraciones seguirán manteniendo la esperanza y la resiliencia frente a la adversidad.