AUSTIN, Texas — Los texanos de la costa del Golfo saben que cada verano trae la posibilidad de que las aguas que acompañan a los huracanes inunden sus hogares y negocios. En La Grange, Texas, aproximadamente 100 millas tierra adentro, estaban menos preparados para las lluvias torrenciales traídas por el huracán Harvey, que inundaron sus negocios, derribaron sus hogares y dejaron a cientos de personas sin un lecho donde dormir.
En la tienda de reventa de la organización sin fines de lucro Second Chance Emporium, ubicada en el centro de La Grange, los trabajadores se prepararon para la posibilidad de una inundación, antes del cierre de la tienda el viernes, 24 de agosto de 2017. Colocaron todo su inventario en contenedores de plástico y los pusieron sobre los mostradores en lugar de dejarlos en el piso.
"Nuestro antiguo edificio ya se había inundado antes, pero estamos hablando de unas pulgadas de agua", dijo Emily Matheson, directora adjunta. "No teníamos idea de lo que nos esperaba".
El domingo, después de dos días de lluvia intensa, aparecieron fotos en línea que mostraban niveles impresionantes de agua en el centro de la población.
"Recuerdo que cuando empezó a aparecer en Facebook, me quedé de pie, llorando junto a mi ventana, imaginándome lo que estaba pasando en nuestro edificio, porque según las fotos, teníamos 9 pies de agua en él", dijo Matheson. "Saber que probablemente lo habíamos perdido de verdad todo, hizo que ese tiempo fuera muy triste y deprimente para nosotros".
Fundada en 1996, Second Chance ha llegado a convertirse en una colaboradora significativa para toda la comunidad del condado de Fayette. Las familias que tienen presupuestos restringidos dependen de las grandes ofertas de Second Chance; y el dinero que recauda la tienda, que son más de $2 millones en total, se devuelve a la comunidad en forma de becas, apoyo para el cuidado de la salud de los indigentes, donaciones a la AMEN Food Pantry (despensa de alimentos AMEN) y a otras causas locales.
Cuando llegó Harvey, el agua de las inundaciones derribó los muros de la tienda de Second Chance, y envió todo el inventario flotando hacia el Lower Colorado River (curso bajo del río Colorado). Cinco de los siete edificios prefabricados de la organización sin fines de lucro también quedaron destruidos, con lo que todavía más artículos donados se fueron corriente abajo.
Matheson se preguntaba si la organización sobreviviría al huracán Harvey, y si conservaría su empleo. Pero el lunes después de Harvey, tenía una nueva labor.
"Todas estas donaciones comenzaron a llegar de todas partes del país", dijo Eric Hungerford, presidente del Consejo Directivo de Second Chance y rector de la Iglesia Episcopal St. James de La Grange. "Como no teníamos mercancía y nos parecía que vender los artículos en una zona de desastre no estaría bien, decidimos organizar un centro de ayuda por desastre".
Después de 20 años de recoger donaciones, organizar suministros y distribuir artículos a los necesitados, el personal de Second Chance parecía perfecto para esta labor. AMEN nos ofreció su nuevo edificio, al que aún no se habían trasladado y, en esa misma semana, el personal de Second Chance ya estaba recibiendo donaciones y distribuyendo suministros.
"Ver a todos reunirse para arropar, con sus cuidados y apoyo, y un sentimiendo de espíritu comunitario, a quienes lo habían perdido todo, fue una hermosa experiencia ecuménica", dijo Hungerford, haciendo notar que Second Chance está dirigida por una coalición de siete iglesias locales de distintas confesiones.
El centro de ayuda por desastre funcionó por aproximadamente seis semanas; luego comenzó a desviar las donaciones hacia las áreas costeras, en donde se necesitaban aún más los suministros.
Después, llegó el momento de planificar el futuro de Second Chance, un futuro hecho posible por el Programa del Seguro Nacional de Inundación (NFIP, por sus siglas en inglés) y una subvención de la Lower Colorado River Authority (Autoridad del curso bajo del río Colorado [LCRA, por sus siglas en inglés]).
"Nuestra compañía de seguros dictaminó que [el edificio] era una pérdida total", comentó Hungerford. "Recibimos una gran suma de dinero por concepto de liquidación, lo que nos permitió pensar en trasladarnos a un edificio nuevo".
A través de NFIP, los negocios califican para obtener hasta $500,000 de cobertura por inundación por cada edificio y otros $500,000 por el contenido de los edificios. Desafortunadamente, Second Chance no había asegurado el contenido de sus edificios, pero las personas de toda la comunidad siempre han abastecido rápidamente los anaqueles de la tienda.
"Cuando llego el lunes por la mañana, la tienda está tan vacía, pero el viernes ya está llena de nuevo", dijo Matheson. "Me deja asombrada".
El equipo de Second Chance aún está trabajando en el edificio nuevo de AMEN, pasados 18 meses desde Harvey, mientras que la despensa de alimentos opera desde sus antiguas instalaciones. Ya para el verano, la organización sin fines de lucro podría estar en un edificio recién construido.
Con la liquidación del seguro y la subvención de LCRA, Second Chance adquirió 5.5 acres junto al edificio nuevo de AMEN y ha comenzado la construcción de una nueva tienda de 20,000 pies cuadrados.
"Esa liquidación del seguro nos dio los medios para considerar trasladarnos a un nuevo espacio", dijo Hungerford. "Ese es, en realidad, el único motivo que nos permitió plantearnos la continuidad de nuestra organización".
Para obtener información adicional sobre el huracán Harvey y la recuperación de Texas, visite la página web del desastre del huracán Harvey en www.fema.gov/disaster/4332, Facebook en www.facebook.com/FEMAHarvey, la cuenta de Twitter de la Región 6 de FEMA en www.twitter.com/FEMARegion6 o la página web de la División para el Manejo de Emergencias de Texas en www.dps.texas.gov/dem.