La función del Sistema de Búsqueda y Rescate Urbano en la respuesta del 11 de septiembre: Fred Endrikat comparte su experiencia

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El Sistema Nacional de Respuesta de Búsqueda y Rescate Urbano pudo haber sido un poco diferente el 11 de septiembre de 2001, pero su misión era la misma: enviar equipos de búsqueda y rescate lo antes posible al ocurrir un desastre. Fred Endrikat fue uno de los integrantes del equipo de Búsqueda y Rescate Urbano que fue convocado a la acción ese día.

En la mañana del 11 de septiembre, Endrikat recibió una llamada desde la Oficina Central de FEMA solicitándole su movilización como Jefe de Operaciones para el World Trade Center con el Equipo de Apoyo para Incidentes de Búsqueda y Rescate Urbano de FEMA. En ese momento, Endrikat también servía como integrante del Equipo Especial Uno de Búsqueda y Rescate Urbano de FEMA en Pennsylvania, al igual que como miembro del cuerpo de bomberos de Philadelphia.

Esta no fue su primera movilización. “He sido parte del Sistema Federal de Búsqueda y Rescate Urbano desde su creación”, dijo Endrikat. “Me habían movilizado varias veces a diferentes desastres, que en su mayoría eran relacionados con el clima. Este fue diferente por el tipo de incidente que era, pero me parece, en una observación personal, que fue muy diferente porque una cantidad de las personas que luego se determinaron como fallecidas en el World Trade Center, eran bomberos de la ciudad de New York que eran mis amigos personales… así que estaba respondiendo a un incidente en el cual conocía a algunas de las víctimas”.

En la mañana en que Endrikat fue movilizado, se trasladó desde su hogar en Philadelphia en una patrulla de la Policía Estatal de Pennsylvania a la Base de la Fuerza Aérea McGuire en New Jersey. Una vez ahí, comenzó a preparar un área de recibimiento para los equipos de fuerzas especiales federales que llegarían por transporte aéreo militar. Luego esa tarde, lo llevaron en carro al World Trade Center. Las discusiones sobre la respuesta se enfocaron en las asignaciones y los recursos solicitados por la ciudad de New York.

Las misiones iniciales asignadas a las fuerzas especiales eran operativos de búsqueda técnica usando cámaras y dispositivos de sonido especializados, al igual que operativos de búsqueda con caninos. Los integrantes también efectuaron búsquedas físicas en espacios vacíos, lo que conllevó colocar personas en espacios vacíos colapsados por debajo del nivel del suelo para buscar sobrevivientes.

“Una cantidad tremenda de columnas de acero pesadas que habían colapsado o que aguantaban pedazos de las áreas de vacío colapsadas en las cuales teníamos interés de trabajar, todo eso tuvo que cortarse, amarrarse y moverse con grúas”, dijo.

Los ingenieros estructurales que formaban parte del Sistema de Búsqueda y Rescate Urbano y que contaban con el adiestramiento específico para operativos de rescate en edificios colapsados fueron una parte esencial de la respuesta. La necesidad de una búsqueda efectiva también fue una oportunidad para que los equipos usaran tecnología nueva emergente en operativos de búsqueda.

“En general, la situación fue muy difícil de describir por su magnitud y alcance”, mencionó Endrikat. “Eran 16 acres de edificios de concreto reforzado con acero colapsados, lo cual desde un punto de vista técnico de trabajo era desalentador. Algunos de los retos no eran diferentes a muchos de los desastres a los cuales respondemos como agencia, pero, de otra parte, otros se amplificaban”.

La comunicación también fue un problema durante esos momentos por la pérdida de vidas que enfrentaron los cuerpos de bomberos y el departamento de la policía de la ciudad de New York, la necesidad de adaptarnos a los sistemas locales en vez del mando de incidentes y la cantidad de recursos no solicitados que inundaron la ciudad.

“Muchas personas y mucho personal de seguridad pública solo querían ayudar, así que simplemente se presentaron. Fue un gran reto el poder manejar las personas que querían ayudar”.

Mencionó que el deseo de ayudar unificó al país. “Demostró que somos capaces de unirnos, de integrar a nuestros recursos, talentos y nuestras energías para intentar contribuir al bien común”, mencionó.

Endrikat cree que no solo el país, sino que FEMA también cambió por lo que ocurrió ese día. “La magnitud de esos incidentes ayudó a que la agencia determinara el trayecto en el cual hemos estado desde ese día y cómo mejoramos la forma de ayudar a las personas”, indicó. “Hubo un enfoque en estar preparado y en descifrar cómo podemos mejorar, comenzando en el nivel local, el nivel regional, el nivel estatal y el nivel federal, cómo interactuar juntos. Y cómo podemos adiestrar, equipar y mantener ese tipo de capacidad. Así que ese ha sido el enfoque de mi carrera durante los pasados veinte años”.

Endrikat indica que se siente halagado y honrado de ser parte de los operativos iniciales, la recuperación y los esfuerzos para construir sobre las lecciones aprendidas de ese día. Hoy, continúa dedicado a estar listo para servir.

“Creo que realmente ese es el valor fundamental de los 6,000 integrantes del Sistema Nacional de Búsqueda y Rescate Urbano de FEMA: su dedicación, su servicio, su pasión y su deseo para simplemente servir y estar listos”, mencionó.

 

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