Operación Bienvenidos Aliados: Empleado destacado, Ricardo Agosto Castro

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Children watching Ricardo capture photos with his camera.

El 29 de agosto, el presidente Biden dio instrucciones al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) que dirigiera y coordinara los esfuerzos del Gobierno federal para apoyar a los afganos vulnerables, incluyendo muchos que trabajaron con nosotros en Afganistán durante los pasados 20 años, a medida que se reubican en Estados Unidos de una manera segura.

Esta misión se conoce como Operación Bienvenidos Aliados.

El subdirector de Asuntos Externos de la Oficina de Operación en Desastres del huracán María en Puerto Rico, Ricardo Agosto Castro, trabajó para apoyar la Operación Bienvenidos Aliados como parte del equipo de Asuntos Externos.

¿Cómo fue su experiencia cotidiana en la Operación Bienvenidos Aliados?

Mis tareas consistían en identificar historias positivas y presentárselas a los medios locales y nacionales. Esto significó interactuar con los huéspedes y conocerlos mejor, al igual que a sus familias. Siempre me sorprendía cuando compartían acerca de su viaje a Estados Unidos y todo lo que sacrificaron para llegar aquí. Cada uno de ellos estaba motivado por sus sueños de un futuro mejor.

Otro aspecto de mi trabajo fue tomar fotos y videos de la vida en la base. No solo documenté a los huéspedes, sino que también resalté al maravilloso equipo que trabajó en esta misión histórica. Desde el equipo de cocina hasta los trabajadores médicos, todos tenían el mismo enfoque y compromiso.

¿De qué forma la Operación Bienvenidos Aliados fue similar a otros incidentes o desastres? ¿En qué se diferenció?

Mi trabajo cotidiano es trabajar como subdirector de Asuntos Externos en la recuperación de Puerto Rico del huracán María. En este punto de la misión de recuperación de la isla a largo plazo, el trabajo es muy diferente al de respuesta. En realidad, nada puede prepararte para las escenas de caos en una movilización como el colapso de la torre Surfside en Miami o para los tornados más recientes en Kentucky. Tuve la oportunidad de trabajar en ambos desastres y fueron experiencias desgarradoras. Con estas dos experiencias tan diferentes, no sabía qué esperar cuando solicitaron un funcionario de Asuntos Externos para servir en la Operación Bienvenidos Aliados.

Cuando llegué, de inmediato me asombré de la singularidad y belleza de esta misión. Viajar a Fort Pickett en la zona rural de Virginia fue una aventura de por sí. Ver la cantidad de esfuerzos de planificación y logística que requiere un operativo como este fue impresionante. Trabajar de la mano con nuestros colaboradores en cada rama de la milicia y todas las agencias del Departamento de Seguridad Nacional, confirmó las cosas extraordinarias que podemos lograr cuando hay un solo objetivo: en esta ocasión, poder ayudar a nuestros huéspedes afganos a establecerse.

¿Cuáles cree que son las principales enseñanzas que se lleva de esta experiencia?

Esta experiencia te hace valorar la calidad de vida y seguridad que tenemos. Cada huésped con quien hablé arriesgó su vida de una manera u otra para llegar a Estados Unidos. Muchos escaparon solo con la ropa que llevaban puesta. Dejaron atrás todo por lo que trabajaron, sus hogares, sus trabajos y, lo más importante, miembros de su familia, y no estaban seguros de que los volverían a ver.

Cuando te enfrentas a esa realidad, debes dar gracias por lo que tienes y por el privilegio de ser parte de la historia.

¿Hubo algo que le sorprendiera mientras trabajaba en esta misión?

Creo que las diferencias culturales siempre requieren un período de adaptación. En cada misión siempre eres consciente de los trasfondos culturales de las otras personas. Esta misión requirió que siempre mantuviera esa sensibilidad.

Otro aspecto que no esperaba fue la cantidad de interacción que tuve con los niños. Se fomentaba que el personal pasara tiempo con ellos, leerles cuentos, jugar fútbol y hasta enseñarles algunas palabras. Ellos también me enseñaron algunas de sus palabras, ¡o al menos lo intentaron!

Todavía me comunico con una familia con la que hice una conexión especial. Se reubicaron el Tampa, donde están criando a sus dos niños pequeños. El padre me envía fotografías de su nuevo hogar y de su nueva vida. En cada fotografía los veo sonriendo; para mí, eso significa “misión cumplida”.    

Ricardo interviewing one of the Afghan guests during Operation Allies Welcome.

Conozca más sobre esta misión en el video de la Operación Bienvenidos Aliados, producido por Agosto Castro durante su movilización.  

Juntos, miles de empleados federales, miembros del ejército y voluntarios coordinaron la llegada de sobre 74,000 personas.  

El personal de DHS también trabajó con colaboradores del gobierno federal —incluyendo el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades y el Departamento de Salud y Servicios Humanos— para ayudar en su reubicación.

Visite DHS.gov y Welcome.us (enlaces en inglés) para conocer más sobre la Operación Bienvenidos Aliados.

Ricardo sitting on rocks interviewing someone

 

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