Caza Huracanes

En los últimos años me la he pasado observando las predicciones del tiempo muy de cerca, (especialmente durante la temporada de huracanes) porque son muy importantes para el tipo de trabajo que hago. A pesar de esto, no he pensado mucho acerca de la ciencia tras las predicciones o lo que significa ser un piloto de un avión caza huracanes.

Atendí al evento de Concientización de huracanes durante su parada en la ciudad de Washington, D.C., y tuve la oportunidad de recorrer y subirme a uno de los aviones de los que vuelan directamente a los huracanes y conocí a los valientes pilotos que los vuelan.

A large, gray aircraft is parked on the tarmac at an airport.

Esta fotografía es del avión WC-130 del Departamento de Defensa, piloteado por personal de las reservas de la Fuerza Aérea estadounidense. Las misiones de vuelo son asignadas por el Centro Nacional de Huracanes (NHC por sus siglas en inglés). Este impresionante avión es uno de solo 10 de su clase en todo el mundo. Lo que hace único a este avión (además de volar directamente al ojo del huracán) son las modificaciones hechas que permite que colecte información de las condiciones del tiempo.

A small white box on the underside of a plane's wing.

Una de estas modificaciones es una pequeña caja blanca debajo de una del as alas del avión, llamada SFMR (Radiómetro de Frecuencias de Microondas) los pilotos le llaman  “Smurf” o “pitufo”).

También como lo dijo el Teniente Coronel Clark al ensenarnos el avión el Pitufo puede detectar la velocidad de los vientos al leer la radiación de la superficie del agua-lo cual no está mal para una caja pequeña. Antes del Pitufo los meteorólogos tenían que ver para afuera de una de las ventanas del avión a la superficie del agua y adivinar basados en sus observaciones de la espuma en el agua, tamaño de las olas y el golpe del agua.

Red chairs line the right side of the interior of a large aircraft.

A pesar de lo espacioso que es el avión WC-130, solo hay típicamente cinco miembros en la tripulación abordo a la vez. De acuerdo al Mayor Meister, la tripulación consiste en dos pilotos, un navegador, un oficial del tiempo y un jefe de carga. El navegador vigila el radar para ayudar al piloto a alejarse de las partes más peligrosas de la tormenta, el oficial del tiempo se comunica directamente con el Centro Nacional de Huracanes pasando información recolectada por medio de un instrumento depositado por el jefe de carga.

A person holds up a cardboard tube with a blue parachute at one end.

El dropsonde es un artefacto que no es muy grande ni muy elaborado, parece de cartón con un paracaídas, el cual está equipado con sensores, un GPS y un radio. Durante su caída de la parte baja del avión recolecta información de la tormenta y la manda directamente al avión donde es verificada por el oficial del tiempo y el jefe de carga.

Después de alrededor de seis horas de vuelo en una tormenta, la tripulación termina su misión y vuelan de regreso. La invaluable información recopilada es usada para modelos de las condiciones del tiempo mejorando la exactitud de hasta 30 porciento, de acuerdo al Mayor Meister

El trabajo que este equipo hace es sumamente importante porque ellos pueden ver lo que satélites no detectan, notificando al público de lo se espera de un huracán en camino a los Estados Unidos. Cuando I colega le pregunto al Teniente Coronel Clark cual es el consejo más valioso que les puede dar a las personas, él dijo, “Hagan un plan antes de que llegue la tormenta.”

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