El 29 de julio, un terremoto de magnitud 8.8 activó las alertas de tsunami en todo el Océano Pacífico. Estas alertas fueron un buen recordatorio de cuán importante es estar preparado. Un tsunami, que es una serie de olas enormes en el océano, puede viajar a una velocidad de hasta 30 millas por hora con olas de hasta 100 pies de alto.